Masaje infantil
El Masaje Infantil es una manera de establecer una relación de tacto madre/padre bebé tan necesaria para nuestro hijo como el alimento.
Cuando empezamos a dar masajes a nuestros hijos recién nacidos es maravilloso ver su reacción y como poco a poco su aceptación se va integrando.
Beneficios
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Puede reducir el nivel de hormonas de estrés lo que a su vez mejora el sistema inmunitario.
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La terapia del tacto también puede ayudar a bebés prematuros a aumentar de peso con más rapidez.
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En niños asmáticos mejora su función respiratoria.
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En niños diabéticos facilita el tratamiento.
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Ayuda a dormir con más facilidad a aquellos pequeños que les cuesta conciliar el sueño.
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Mejora el sistema respiratorio y ayuda en los casos de congestión por mucosidad.
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Además es el momento ideal para que el papa se integre,
es el momento de “paternar”. Cuando hago visitas domiciliarias,
me encuentro con muchos papás que me dicen: “Es que con
mamá solo cogerlo se calma”... Mamá lo ha llevado dentro 9
meses y ahora toca la parte en la que papá entre también en
acción.
Cuando nace nuestro bebé, normalmente la figura paterna
se siente desplazada o no saben de qué manera pueden ayudar.
Muchos estudios han demostrado que los cuidados del padre
hacia al bebé producen un vínculo seguro y una relación cálida
entre la pareja. Papá, no esperes a ser invitado, escoge tú el
momento para dar el masaje a tu bebé, de esta manera crecerá
emocionalmente tanto el bebé como el papá.
El aceite y el suave roce de las manos de papa son delicias
sensoriales que podemos compartir con nuestro bebé mientras
le vamos presentando el mundo poco a poco. Es una forma
maravillosa de crear ese vínculo tan necesario, de llegar a
conocer a nuestro hijo y a pasar el tiempo juntos durante las
primeras semanas o meses.
VIMALA McCLURE fundadora de la Asociación Internacional
de Masaje Infantil (IAIM) nos ha enseñado que el contacto
físico del masaje no es un capricho sino una necesidad humana
básica. El propósito de la Asociación Internacional de Masaje
Infantil, es promover el tacto nutritivo y la comunicación a través
de la formación, la educación y la investigación, para que los padres,
cuidadores y los niños sean amados, valorados y respetados en
todo el mundo.
Los bebés de nuestros ancestros que nacieron en culturas más
primitivas tenían la ventaja de que una sola familia, padres,
hermanos, tíos y abuelos vivían en la misma casa. De esta manera había
más tiempo para dedicarles a los niños. Hoy en día, nuestros hijos viven
en un mundo totalmente distinto, un mundo tecnológico y ajetreado,
y al trabajar fuera de casa prácticamente no tenemos tiempo para estar
juntos. Los niños tienen que aprender a manejar el estrés de una forma
constructiva para poder sobrevivir y prosperar.
El masaje ayuda a los bebés y niños a manejar toda la información de
entrada y a responder de un modo adecuado y relajado.
El tacto
Hace años recuerdo que había un anuncio en la televisión que mostraba a un chico con un cartel muy grande que decía “Regalo abrazos”.
No recuerdo qué anunciaba, pero sí que incluso llegué a pensar “que bien, ojalá me lo encontrara algún día”. Debería ser una obligación darnos abrazos más a menudo.
El sentido del tacto es el más importante para el primate humano, pues nos ayuda a percibir los riesgos de nuestra salud, tanto internos como externos. El tacto es un antidepresivo natural. A lo largo de nuestra piel disponemos de infinitas terminaciones nerviosas y cada una de ellas es una “pequeña máquina hermosa y especializada” en extraer información sobre el mundo táctil.
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Los masajes infantiles en grupo
Cuando hago los talleres de masaje infantil, es extraordinario ver la evolución de los bebés.
En la primera sesión si los padres nunca han practicado masaje al bebé, éste está más inquieto, es normal, no sabe lo que le van hacer, no se lo espera. Hay una serie de instrucciones para saber cuál es el momento perfecto para practicar el masaje.
Los papás aprenden no sólo la técnica del masaje, sino también diferentes aspectos de la maternidad muy importantes para poder entender las señales del bebé. Además también aprenden a gestionar sus emociones.
A lo largo del curso vamos viendo un cambio significativamente positivo del bebé y todas las demás sesiones son dignas de ver y experimentar.
Los cursos de masaje infantil tienen una duración de 60 a 90 minutos y constan de cinco sesiones, una por semana. Es importante acudir a todas las sesiones ya que no sólo se hace práctica, sino que también se aprende teoría y además podéis llevaros una serie de material a casa para poder ponerlo en práctica y así el bebé va conociendo la técnica y se va familiarizando. También se aprende a adaptar el Masaje Infantil en las diferentes etapas de crecimiento.
¡Pide información!